El café es uno de los productos
de exportación más importantes y emblemáticos de Costa Rica y está estrechamente
vinculado con la identidad del país. Sin embargo, el cambio climático amenaza gravemente
el sustento de los y las caficultores costarricenses y la sostenibilidad del
cultivo.
Ante esta situación, en el año
2014, el sector en conjunto con la institucionalidad pública y la cooperación
internacional, implementaron la iniciativa NAMA Café, cuyos resultados, cinco
años después, revelan que 22% del café costarricense se produce de manera
sostenible y es bajo en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La iniciativa NAMA Café de Costa
Rica, implementada por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), el
Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto del Café de Costa
Rica (ICAFE), apoya al sector en reducir las emisiones de GEI durante la
producción y el procesamiento de café, y a la vez adaptarse al impacto del
cambio climático.
El Ministro de Agricultura,
Renato Alvarado, expresó el compromiso de continuar con la promoción de las
acciones contempladas en la NAMA, para ampliar el impacto. “Cuando iniciamos
con este proyecto, muchos caficultores no tenían noción del impacto que su
cultivo tenía en el cambio climático y viceversa – y menos de qué hacer para cambiar
esto. Las actividades de la NAMA Café han llevado a que hoy, el 22% de la
producción de café nacional sea baja en emisiones, sostenible y mejor adaptada
al cambio climático. En los cinco años que vienen esperamos extender esto al
resto del sector mediante el personal de extensión, así como aquellos
productores y beneficios que nos han entregado su confianza durante los últimos
cinco años”, expresó el titular.
Por su parte, Carlos Manuel
Rodríguez, Ministro de Ambiente y Energía destacó que Costa Rica vuelve a ser
ejemplo ante el mundo en la lucha contra el cambio climático. “El sector café ha
mostrado gran liderazgo a nivel nacional tanto como internacional para impulsar
y consolidar una producción baja en emisiones. Los conocimientos y lecciones
aprendidas serán invaluables para replicar la iniciativa otros cultivos y
sectores a nivel nacional y serán de inmensa utilidad para los países
cafetaleros en todo el mundo motivados a seguirnos el ejemplo”, dijo el
jerarca.
Dentro de los esfuerzos del NAMA
Café se destacó capacitación a productores
costarricenses en la aplicación de buenas prácticas agrícolas (BPAs) para
adaptar su producción a las condiciones climáticas cambiantes; el
acompañamiento a más de 60 firmas beneficiadoras de todo el país, para el
levantamiento anual de sus inventarios de GEI por medio de capacitaciones y
asesoría técnica y la movilización de más de US$3.8 millones en fondos privados
para facilitar la adquisición de equipo y tecnologías necesarias.
Además, con miras a posicionar el
primer café bajo en emisiones del mundo de manera competitiva en nuevos
mercados, la NAMA Café capacitó a 21 gerentes de firmas beneficiadoras en
mercadeo y ventas. Catorce de ellos han posicionado su café en el mercado alemán
y estadounidense tras una serie de giras comerciales organizadas por el
proyecto.
“El valor agregado de este café
les abre puertas a nuestros caficultores y caficultoras para entrar en
negociaciones con compradores a nivel mundial, con una preferencia por un café
sostenible y de alta calidad. En el ICAFE hemos anclado las temáticas de NAMA
Café en nuestro Statement de Trazabilidad y Sostenibilidad que pretende
informar al comprador tanto como al consumidor final de forma transparente de
cada detalle relacionado a la producción y el procesamiento sostenible del café
de Costa Rica”, expresa Xinia Chaves, directora ejecutiva del ICAFE.
Los resultados alcanzados en el
marco de la iniciativa reflejan el alto compromiso del sector cafetalero, que
desde los años 90 asumió la responsabilidad ambiental mediante acciones
constatables en su hacer.
Con el fin de apoyar la
implementación de la NAMA Café en las áreas más ambiciosas, los tres socios
recibieron apoyo técnico y financiero por el Proyecto de Apoyo a la NAMA Café
(NSP Café), implementado por la cooperación alemana para el desarrollo GIZ a
través de la NAMA Facility, un fondo conjunto de los Gobiernos de Alemania y
Reino Unido. El NSP Café principalmente apoyó la generación de capacidades
técnicas de productores, beneficiadores y personal de extensionismo, el
desarrollo y lanzamiento de los mecanismos financieros y la
institucionalización de estos procesos en el sector.
“De parte de la GIZ estamos
complacidos de haber podido apoyar al sector cafetalero de Costa Rica en
arrancar con la transformación hacia un cultivo sostenible y bajo en emisiones.
Estamos satisfechos que entre las cuatro instituciones hemos logrado sentar las
bases dentro del sector para cumplir con los objetivos de la NAMA Café hasta el
2024”, expresa Sandra Spies, directora del Proyecto de Apoyo a la NAMA Café por
parte de la cooperación alemana GIZ.
La cooperación alemana GIZ se
retira mayoritariamente de la iniciativa a finales del 2019, brindando apoyo
únicamente a la línea de crédito para firmas beneficiadoras durante el 2020.
Cifras reales con resultados palpables:
Más de 8.900 productores
costarricenses en 25.000 hectáreas (22% del área cafetalera nacional) fueron
capacitados en la aplicación de buenas prácticas agrícolas para adaptar su
producción a las condiciones climáticas cambiantes, minimizar el impacto de
enfermedades y mantener la productividad de su cultivo.
Mediante un proyecto de sistemas
agroforestales con la Fundación Banca Ambiental (FUNBAM), se logró la
plantación de más de 75.000 árboles de sombra en fincas cafetaleras del país,
contribuyendo a la captura de carbono, la adaptación al cambio climático y la
protección de la biodiversidad.
Más de 60 firmas beneficiadoras
de todo el país (24% del total registrado ante el ICAFE) fueron acompañadas en
el levantamiento anual de sus inventarios de GEI por medio de capacitaciones y
asesoría técnica. Tras definir áreas de intervención prioritarias, las empresas
implementaron cambios tecnológicos y optimizaron sus procesos para reducir las emisiones
de GEI, el consumo de agua y el consumo de energía.
Para continuar con los esfuerzos
país por alcanzar la aplicación del NAMA en la totalidad de la producción
cafetalera nacional, queda activada, hasta diciembre de 2020, la línea de
crédito por US$8 millones, brindados por el Banco Centroamericano de
Integración Económica (BCIE).
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