Mujeres mejoran técnicas productivas para enfrentar los efectos adversos del cambio climático en sus fincas


Mujeres ganaderas del cantón de Nandayure y Nicoya aprenden nuevas técnicas de manejo de forrajes y medidas de adaptación y mitigación ante los efectos del cambio climático. 

El proyecto “Fortalecimiento de capacidades adaptivas al cambio climático en acciones de ganadería liderados por mujeres productoras de Nandayure y Nicoya, Guanacaste”, forma parte de las labores que el Ministerio de Agricultura y Ganadería realiza para robustecer las capacidades de las personas productoras nacionales.

 

Esta iniciativa de Extensión Agropecuaria contó con la valiosa colaboración del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA), y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), evidenciando que de manera conjunta el desarrollo de sinergias entre instituciones genera servicios y productos integrados de gran valor para las personas productoras.

 

“El MAG ha desarrollado una serie de estrategias para generar condiciones de mitigación y adaptación al cambio climático, entre ellas la herramienta NAMA, que brinda conocimientos y buenas prácticas a productores y productoras para que puedan enfrentar las condiciones variantes del clima, con acciones sostenibles para mejorar el desempeño productivo de sus fincas y por ende sus ingresos”, comentó Karla Mena Soto, directora de Extensión Agropecuaria del MAG. 

 

“Con la ejecución de este proyecto, utilizando el método Aprender-Haciendo, las productoras lograron experimentar nuevas técnicas y herramientas de producción sostenible que les permitirá mejorar sus prácticas para resolver los desafíos de alimentación y nutrición del ganado en época de sequía o exceso de lluvias”, agregó la funcionaria quien destacó que las mujeres productoras agropecuarias son ejemplo de trabajo arduo y esfuerzo constante, obligadas por la doble y triple carga laboral.  “En Extensión estamos comprometidos a facilitarles los servicios que brindamos para que ellas puedan mejorar las condiciones, la gestión y administración de sus actividades productivas”, afirmó.

 

Desde hace muchos años, la provincia de Guanacaste experimenta sequías severas y prolongadas, además de un aumento en la temperatura debido a los efectos del cambio climático. Todo esto contribuye a la aridez de los suelos en la región; también repercute en la agricultura, y en la escasez de agua para solventar las necesidades básicas de la población y de los animales.

 

“Este proceso es una gran oportunidad para identificar las necesidades y desafíos que enfrentan las mujeres ganaderas, lo que nos permitirá priorizar acciones dirigidas específicamente a ellas, contribuyendo así a disminuir las brechas de género en este sector, en el que tradicionalmente se invisibiliza su aporte. Asimismo, es un espacio para avanzar en el reconocimiento de la importante labor y liderazgo de las mujeres ganaderas en adoptar prácticas de mitigación y adaptación para combatir los efectos del cambio climático, con el objetivo de conseguir una mayor productividad en sus fincas para el beneficio de sus familias y la comunidad, fortaleciendo así su seguridad alimentaria y nutricional”, comentó Andrea Padilla, representante asistente de programas de la FAO en Costa Rica.

 

Con poca disponibilidad de agua y alimentos se baja considerablemente la productividad y los rendimientos de los animales, lo que no solo afecta la sostenibilidad económica de las áreas productivas familiares, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria de las familias que dependen de esta actividad y de la región.

 

Durante la capacitación las mujeres aprendieron sobre herramientas y acciones para contrarrestar la escasez de alimentos, por medio del manejo y almacenamiento del ensilaje, el cual es un método para conservar el pasto en buen estado.

 

También se recabaron datos e información sobre los retos y las experiencias de las mujeres ganaderas, con el propósito de implementar un plan de trabajo en género que contribuya en la disminución de brechas entre hombres y mujeres que se dedican a la ganadería.

 

El plan de trabajo en género forma parte de la estrategia global de género e inclusión social del Programa SCALA FAO-PNUD que promueve una mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones.

 

El Programa SCALA está diseñado para realizar una transformación y acción climática que mejore el uso de la tierra y la agricultura, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación ante la variabilidad climática de las fincas de productoras y productores en Costa Rica.

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